Google refuerza su apuesta por la nube con la compra de Wiz, fortaleciendo la seguridad en un entorno dominado por la IA. NVIDIA, por su parte, sigue liderando la revolución tecnológica con innovaciones en hardware y software. Dos gigantes que están moldeando el futuro y que ningún inversor debería ignorar.
Warren Buffett dice que el mercado está ahí para servirte, no para instruirte.
Los mercados financieros están llenos de distracciones.
Cada día, los titulares anuncian nuevos riesgos, cambios en la tasa de interés y volatilidad en las cotizaciones.
En este entorno, es fácil perderse en el ruido y olvidar lo que realmente importa: los fundamentos de las compañías.
Un inversor con visión de largo plazo no se deja influenciar por las fluctuaciones diarias.
En cambio, examina el modelo de negocio, la calidad del cuerpo directivo y la capacidad de la empresa para generar valor de manera sostenible.
Si el negocio es sólido, el precio de la acción terminará reflejándolo.
Pero si solo se sigue el sentimiento del mercado, se corre el riesgo de actuar impulsivamente.
Las compañías verdaderamente excepcionales no construyen su ventaja competitiva en cuestión de meses.
Un modelo de negocio rentable, con barreras de entrada altas y crecimiento sostenible, es el resultado de años de ejecución impecable.
Amazon no se convirtió en un gigante del comercio electrónico en un trimestre.
Coca-Cola no ganó su dominio global en una década.
Ambas compañías generaron valor a través de la reinversión disciplinada y la expansión estratégica.
El mercado, en cambio, premia y castiga en función del sentimiento del momento.
Un reporte de ganancias que no cumple con expectativas puede hacer caer una acción un 10%, aunque el negocio siga intacto.
Para el inversor racional, esto representa una oportunidad, no una amenaza.
El precio es lo que pagas, el valor es lo que obtienes.
Imagina una empresa con una sólida posición en su industria, alta rentabilidad y un balance robusto.
Si el mercado entra en pánico y su cotización cae un 30%, ¿ha perdido la empresa su capacidad de generar valor?
Probablemente no.
Pero el inversor que mira solo el precio venderá por miedo.
El que entiende el valor, en cambio, verá una oportunidad de inversión.
Recuerda que el tiempo es amigo de los buenos negocios y enemigo de los mediocres.
Invertir basándose en fundamentos requiere paciencia.
Las oportunidades reales aparecen cuando el mercado se equivoca.
Pero para capitalizarlas, se necesita disciplina y visión a largo plazo.
Si bien no podemos saber qué sucederá en el mercado los próximos días, semanas o meses, las correcciones que hubo recientemente podrían ser excelentes oportunidades de inversión.

No es habitual ver caídas de más del 10% en compañías de tanta calidad.
En este link, podrás ver los portafolios actualizados a la fecha.
Las principales oportunidades, desde mi punto de vista y en función de la dinámica actual de mercado, está en las compañías de crecimiento.
Este tipo de compañías son, por ejemplo, Alphabet, Meta Platforms y NVIDIA, en el caso del portafolio de crecimiento, y Camtek en el caso de las Small Caps.
A precios actuales, el rendimiento esperado para estas cuatro compañías podría ser superior al 15% anual para los próximos 5 años.
No es una rentabilidad menor.
Por supuesto, hay muchas variables que pueden hacer que la tesis de inversión se tumbe.
Pero, bajo ciertos parámetros y cierto margen de seguridad, podemos esperar rendimientos de este tipo.
Aprovecho para comentarte acerca de dos novedades, relacionadas a dos de estas compañías que acabo de nombrar.
En primer lugar, Google acaba de cerrar el mayor acuerdo de su historia.

La compra de Wiz por 32.000 millones de dólares no es solo una operación más en el mundo de la tecnología.
Es una apuesta estratégica por la ciberseguridad en un momento donde la computación en la nube y la inteligencia artificial están redefiniendo el futuro del sector.
El mercado tecnológico avanza a un ritmo acelerado.
La adopción masiva de la nube ha traído consigo grandes oportunidades, pero también riesgos.
Empresas de todos los sectores dependen cada vez más de los servicios cloud para operar, almacenar datos y desplegar modelos de IA.
Sin una infraestructura segura, todo el ecosistema queda expuesto.
Google lo sabe.
Por eso, no está comprando solo una compañía, sino una ventaja competitiva.
La ciberseguridad es una de esas ventajas.
Un servicio en la nube confiable no solo necesita capacidad de procesamiento y almacenamiento, sino protección contra ataques, brechas de datos y accesos no autorizados.
Wiz, especializada en seguridad cloud, se ha convertido en un líder del sector con tecnología avanzada para proteger infraestructuras digitales.
Pero el mercado no reacciona solo a los fundamentos.
En el corto plazo, la compra puede interpretarse de diferentes maneras.
Algunos verán la operación como una jugada audaz para reforzar Google Cloud frente a competidores como Amazon Web Services y Microsoft Azure.
Otros, en cambio, podrían cuestionar el alto precio pagado y el impacto en la rentabilidad a corto plazo.
Sin embargo, el verdadero valor de esta adquisición se medirá en el largo plazo.
La historia muestra que las mejores inversiones no siempre son obvias en el momento.
Cuando Amazon adquirió Whole Foods, muchos dudaron de la estrategia.
Hoy, es una pieza clave en su ecosistema.
Cuando Facebook compró Instagram por 1.000 millones, parecía un gasto excesivo.
Ahora, es una de sus plataformas más rentables.
Google apuesta a que Wiz fortalecerá su posición en la nube y ofrecerá una ventaja diferencial en ciberseguridad.
Si la integración se ejecuta bien y la demanda por servicios seguros sigue en aumento, el retorno sobre la inversión puede ser significativo.
Lo importante está en mirar más allá del número del titular.
Lo importante no es solo cuánto se pagó, sino qué valor real puede generar esta adquisición en los próximos años.
Google está invirtiendo en proteger su negocio en la nube en un momento donde la seguridad es un activo crítico.
Si la estrategia es correcta, el tiempo jugará a su favor.
En segundo lugar, NVIDIA sigue marcando el rumbo de la revolución tecnológica.
Jeff Bezos decía que el mundo cambia, y el riesgo es no cambiar con él.
En su GPU Technology Conference 2025, presentó avances que no solo redefinen la computación, sino que consolidan su posición en la vanguardia de la inteligencia artificial.

En un mundo donde el poder de cómputo se ha convertido en el nuevo petróleo, la compañía apuesta por expandir su dominio en hardware, software y redes.
El crecimiento de la IA exige infraestructura a una escala sin precedentes.
Sus avances en silicon photonics switches buscan mejorar la escalabilidad de centros de datos con miles de GPUs.
La integración de fibra óptica directa con InfiniBand no es solo una mejora técnica, sino una optimización que puede traducirse en ahorros energéticos de decenas de megavatios.
En un mundo donde el costo de la electricidad es un factor clave en la expansión de la IA, estas innovaciones pueden marcar la diferencia.
La IA ya no es un concepto del futuro.
Está remodelando la forma en que trabajamos.
Se espera que mil millones de trabajadores del conocimiento cuenten con asistentes digitales potenciados por IA.
NVIDIA no se queda fuera de su propia transformación: el 100% de sus ingenieros de software serán asistidos por inteligencia artificial este año.
La carrera por el hardware no se detiene.
La compañía presentó la DGX Station y la DGX Spark, estaciones de trabajo con 20 petaflops de poder de cómputo diseñadas específicamente para IA.
Disponibles a través de fabricantes como HP, Dell, Lenovo y ASUS, estos dispositivos amplían el acceso a una tecnología que antes estaba reservada solo para grandes centros de datos.
NVIDIA ya no solo fabrica chips.
Está construyendo un ecosistema completo, desde estaciones de trabajo hasta supercomputadoras empresariales.
El gran inversor es aquel que ve lo que otros no ven.
NVIDIA no solo está desarrollando hardware, también está transformando el almacenamiento.
Su apuesta por el almacenamiento semántico busca convertir datos en conocimiento de forma automática, eliminando la necesidad de recuperación manual.
Esto puede revolucionar la gestión de la información en las empresas.
La IA también está reconfigurando la industria corporativa.
Con el lanzamiento de NIMs, un ecosistema de modelos de IA optimizados para empresas, NVIDIA ya está colaborando con gigantes como Accenture, AT&T, BlackRock, Deloitte, Nasdaq y SAP.
Estas compañías no solo están adoptando la IA, sino integrándola en el núcleo de sus operaciones.
Pero el cambio va más allá del software.
La escasez de trabajadores está impulsando la automatización.
Se prevé una falta de 50 millones de trabajadores para 2030, lo que acelerará la adopción de robots en fábricas e infraestructuras.
La robótica enfrenta tres desafíos clave: la generación de datos para entrenar modelos de IA, la creación de arquitecturas eficientes y la escalabilidad del cómputo. NVIDIA está posicionándose para resolver estos problemas.
Las grandes compañías tecnológicas suelen enfrentarse al dilema de la innovación: seguir el statu quo o apostar por la disrupción.
NVIDIA no deja dudas sobre su elección.
No solo está fabricando chips, sino diseñando el futuro de la computación.
Y en un mundo donde la inteligencia artificial se vuelve el motor de la economía, estar a la vanguardia puede significar la diferencia entre liderar o quedar obsoleto.
Resumiendo, Google y NVIDIA no solo lideran la transformación tecnológica, sino que están construyendo el futuro de la IA y la computación en la nube.
Google refuerza su ecosistema con la mayor adquisición de su historia, mientras que NVIDIA acelera la expansión de la IA en todos los niveles.
Ambas compañías están bien posicionadas para capturar el crecimiento en sectores críticos.
Para el inversor de largo plazo, ignorarlas no es una opción.
Puedes elegir tu propia aventura, pero recuerda: al final, gana lo simple.
Diego Matianich