Recesión global: el fantasma que persigue a Wall Street
Una recesión global podría estar en camino y existe una señal económica que pudo anticipar las últimas siete recesiones en Estados Unidos.
Se la conoce como la curva de rendimientos invertida.
La misma refleja la diferencia entre las tasas de interés de los bonos del Tesoro a corto y largo plazo.
Cuando las tasas a corto plazo son más bajas que las de largo, se entiende que todo marcha sin problemas y la economía crece.
Cuando las tasas a corto plazo son más altas, significa que los inversores no confían en la situación de la economía.
La inversión de la curva de rendimientos en Estados Unidos pareciera ser inminente, lo que podría anticipar una recesión global en los próximos doce meses.
Fuente: Bloomberg
El sector financiero pierde atractivo
Si bien una recesión global impactaría en todos los sectores de la economía, el sector financiero es el primero en ver las consecuencias.
Cuando la curva se aplana, los márgenes de rentabilidad se comprimen. Esto explica por qué hubo una salida masiva de capitales del sector financiero durante febrero de este año.
Fuente: ISABELNET.SA
Esto no quiere decir que debas vender todas tus acciones bancarias. No obstante, sería importante analizar qué entidades bancarias podrían soportar mejor la compresión de márgenes de rentabilidad.
Para poder ayudarte en tu elección, los bancos con una sólida banca de inversión y asesoría financiera suelen obtener mejores resultados con bajos niveles de spread bancario.
Hay luz al final del túnel
En los mercados hay una premisa que se repite una y otra vez a lo largo de la historia. El momento de mayor optimismo es ideal para vender, el de mayor pesimismo para comprar. Una frase fabulosa de uno de los inversores más prestigiosos del siglo XX: John Templeton.
Lo curioso es que, pese a ser un consejo evidente, la mayoría de los inversores hacen lo contrario. Hay un sesgo psicológico que nos tienta a comprar acciones en plena euforia y venderlas cuando hay pánico. Debemos ser capaces de lidiar con nuestras emociones e invertir la ecuación.
Una recesión global es un problema, pero no es el fin del mundo. Los inversores están penalizando en exceso a compañías que suelen hacer las cosas bien en período de crisis. El 90% de las empresas que sobreviven suelen estar construidas sobre cimientos sólidos.
Gran parte de las que se hunden son aquellas que no estaban haciendo las cosas bien cuando todo marchaba sin problemas. Por eso debemos tener cuidado con el apalancamiento (en este video lo explicamos). Como dice Warren Buffett, solo cuando baja la marea descubres quién se bañaba desnudo.
Dos escenarios a considerar
Para entender si estas caídas en las acciones son oportunidades de compra o no, hay que considerar dos posibles escenarios.
Si bien las sanciones económicas y financieras perjudican a la propia economía rusa en primer lugar, la prolongación del conflicto podría tener un efecto colateral en el resto del globo.
Hay un estudio elaborado por la Universidad de Oxford sobre el efecto del conflicto en el crecimiento económico mundial que resulta muy interesante.
Si el conflicto finaliza con la toma de Ucrania, el producto interno bruto (PIB) de Rusia caería más del 1%. La eurozona, el Reino Unido y el resto del mundo tendría una contracción inferior al 1%.
Si se prolonga la guerra, todo empeora. El PIB de Rusia caería hasta un 7%, la eurozona y el Reino Unido entre el 2,5% y el 3% y, el resto del mundo, apenas el 1%.
Si bien creemos que estas estimaciones dependen de la evolución del precio del petróleo, el gas y, sobre todo, de los alimentos; debemos entender que los escenarios pueden ser muy distintos dependiendo el tiempo que dure el conflicto.
La vía diplomática sigue abierta, pero todavía hay un largo camino por recorrer.
Fuente: Oxford Economics
El suministro mundial “en jaque”
Tanto Rusia como Ucrania son dos de los principales productores de alimentos a nivel mundial. Si la cadena de suministros se ve afectada por el conflicto, es posible que haya un desabastecimiento de alimentos en Europa y, más tarde, en todo el mundo.
Fuente: Bloomberg
Al reducirse la oferta, el precio tiende a subir. Y, como si fuera poco, el aumento del precio del combustible está incrementando el precio de los fertilizantes con los que se garantiza el crecimiento de los cultivos. Por ese motivo, hay compañías que podrían verse beneficiadas para cubrir el exceso de demanda.
- Bioceres Crop Solutions Corp. (BIOX) es una compañía argentina que brinda insumos agrícolas para el crecimiento de los cultivos y exporta el 25% de su producción.
- The Mosaic Company (MOS) es el mayor productor de fertilizantes de los Estados Unidos y exporta gran parte de fertilizantes de fosfato y potasa e ingredientes para la industria agrícola mundial.
Si quieres invertir en este sector, te recomendamos analizar los negocios en profundidad y tener en cuenta sus valoraciones. Por lo general, es un sector que cotizó a 15 veces beneficios de media.
Dos instrumentos para combatir la inflación
El acuerdo entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional parece bastante ambicioso y poco realista. Sin embargo, la extensión de los vencimientos de deuda no corrige los desequilibrios financieros ni los problemas estructurales de nuestra economía.
Para el inversor de a pie, el principal problema con el que deberá lidiar en los próximos meses es la escalada inflacionaria y el mayor detrimento del poder adquisitivo de sus ahorros.
Según los resultados de la encuesta que llevó adelante el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) en febrero de 2022, la inflación esperada para los próximos doce meses rondaría entre el 53,3% (según el promedio de las respuestas).
Fuente: REM – BCRA
En este sentido, insistimos en dos instrumentos de inversión que venimos sugiriendo considerar desde principios de año. Por un lado, bonos del Tesoro en pesos ajustados por CER. Por el otro, instrumentos en pesos que proporcionan cobertura cambiaria, como los CEDEARS.
En este último, la reciente caída de la brecha cambiaria y la corrección del precio de las acciones en Estados Unidos, marcarían un buen precio de entrada.
Elige tu propia aventura, pero recuerda: al final gana lo simple.
Por buenas inversiones,
Diego Matianich