La inflación pegajosa que el inversor subestima
El Banco Central Europeo (BCE) cree poder restringir la oferta monetaria para contener la inflación sin generar una recesión.
Los datos de hoy indican que será un trabajo casi “titánico”.
Si bien la inflación general remitió al 6,9% interanual en marzo (desde el 8,5% de febrero), la inflación subyacente se mantiene en el 5,7%.
Fuente: Bloomberg
La inflación subyacente es aquella que no tiene en cuenta alimentos ni energía.
Es la más peligrosa porque se arraiga en la economía y es muy difícil de combatir.
Por eso se le dice inflación pegajosa.
El Banco Central Europeo deberá seguir ajustando las clavijas para enfriar la demanda y frenar la escalada de los precios.
Aunque crean poder evitar una recesión, creemos que será una tarea difícil de lograr.
Powell marca el camino
Por lo general, lo que sucede en los Estados Unidos en términos económicos hoy, se traslada a Europa tres o cuatro meses más tarde.
Con lo cual, las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos condicionan el actuar del Banco Central Europeo después.
En este sentido, el inversor debe esperar las declaraciones de los funcionarios de la Fed ante el dato de inflación de hoy en la Primera Economía.
El índice de precios PCE de febrero marcó una inflación interanual del 5%, por debajo del 5,3% del mes anterior.
Fuente: Bloomberg
Sin embargo, el índice de precios PCE subyacente no remite a la misma velocidad y disminuyó del 4,7% del mes anterior al 4,6% actual.
Si bien la Reserva Federal no está tan atrasada como el Banco Central Europeo en el ajuste de tipos de interés, todavía tiene un problema enorme por delante.
La inflación pegajosa es un problema que el inversor no debería subestimar.
Cuidado con los costos laborales
Una inflación persistente a través del tiempo, genera problemas estructurales que impactan en el crecimiento económico futuro.
Uno de ellos, es el aumento de los costos laborales.
Cuando la inflación se instala en la mente de las personas−y se siente cada vez más en el bolsillo− las presiones salariales tienen un fuerte impacto en las empresas.
Fuente: Morgan Stanley
Por este motivo, muchas compañías del sector de servicios están reduciendo sus plantillas de personal para enfrentar la ralentización económica y los mayores costos laborales.
En este sentido, las empresas que tienen poder de fijación de precios son más resilientes a este problema, ya que pueden trasladar parte del costo a los consumidores.
En definitiva, una dinámica que genera más inflación y deterioro del poder adquisitivo de las personas.
Los cinco grandes marcan el camino
Por lo general, las compañías que tienen poder de fijación de precios son aquellas que tienen marcas fuertes y líderes en sus industrias.
Eso explica por qué el inversor sigue priorizando la inversión en las grandes tecnológicas en el contexto actual.
En este gráfico de Goldman Sachs, vemos cómo solo cinco empresas son las que sostienen el desempeño del índice S&P500.
Fuente: Goldman Sachs
Y se trata de compañías que tienen poder de fijación de precios por tener una alta cuota de mercado.
La reversión a le media
Sabemos que el mercado es irracional a corto plazo.
Los precios de los activos se mueven en función de las expectativas que tienen los inversores sobre la marcha de la economía.
No obstante, a largo plazo el mercado suele recuperar la cordura.
El precio de las acciones persigue los beneficios por acción.
Entonces, determinar qué tan alejado está el precio de una acción de los beneficios que genera esa compañía, nos da una idea de qué tan atractiva es una inversión.
En el siguiente gráfico de Real Investment Advice, podemos ver cómo se contrae el múltiplo de valoración de ganancias (ajustadas al ciclo económico) cuando hay una recesión.
Hay una discrepancia notable con la capitalización bursátil de las empresas.
No es posible predecir el futuro, pero sobran argumentos para pensar que el mercado, a nivel general, sigue estando caro.
Fuente: Real Investment Advice
Eso fue todo por hoy,
Puedes elegir tu propia aventura, pero recuerda: al final, gana lo simple.
Diego Matianich