Cómo poner en orden tus finanzas personales
La mejor inversión que uno puede hacer en cualquier ámbito de la vida es adquirir conocimiento. Al hacerlo, podrás manejar tus finanzas personales. Eso marcará una diferencia sustancial en tu vida. Además, cuidar el bolsillo es primordial y, si no hay ahorro, no habrá dinero para invertir ni posibilidad de generar un patrimonio que te permita lograr en el futuro la independencia financiera. Solo es cuestión de tener disciplina y manejar el dinero con responsabilidad.
Lo primero que debes hacer es realizar un diagnóstico de tu situación financiera actual, analizando tus ingresos y tus gastos, para ver con qué capacidad de ahorro puedes cumplir. Es la técnica que utilizan los médicos: primero evalúan al paciente, en virtud de los síntomas elaboran un diagnóstico y luego queda el camino despejado para tomar decisiones. Medicación, cambios de hábito, interconsulta con otro profesional. Así es exactamente como hay pensar en este momento.
Para empezar, puedes identificar tus ingresos mensuales y evaluar tus gastos. Es importante que lleves un presupuesto mensual “teórico” para conocer cuál es tu capacidad de ahorro. Puedes utilizar lápiz y papel o armar una planilla de Excel, es indistinto, lo importante es que lo hagas.
Luego, para corroborar la información y tener un mayor detalle, se puede implementar un seguimiento diario de los gastos y así ir estimando los gastos anuales. Completando la información conscientemente, podrás saber con exactitud si estás teniendo una correcta administración de tus finanzas personales.
Si hay ahorros, estamos bien. Pero no te conformes con eso. Quizás hayas detectado gastos innecesarios que te hubiesen permitido tener un ahorro mucho mayor. En caso de que hayas corroborado que no existe una suficiente capacidad de ahorro, o incluso que los gastos son superiores a los ingresos, estamos en un problema. Pero todos los problemas tienen solución. Acá tenemos tres alternativas. La primera es aumentar los ingresos; la segunda, disminuir los gastos, y la tercera (la recomendada), juntar las dos anteriores. Los siguientes consejos serán de gran ayuda si debes cambiar una situación financiera adversa.
Resuelve tus condiciones de trabajo
Es importante analizar si tu recompensa económica se condice con el esfuerzo diario y las tareas que llevas adelante. Puedes hablar con tu empleador al respecto, incluso, si eres muy eficiente en tu trabajo, ¿por qué no pedir un aumento razonable?
Quizás sea el momento de un cambio
Puede que la situación económica no sea la mejor, pero siempre hay una oportunidad a la vuelta de la esquina. Quizás no te agrada tu trabajo actual, y eso amerita evaluar la posibilidad de cambiar. ¿No será el momento de comenzar a mirar otros rumbos y alternativas superadoras?
Intenta generar ingresos adicionales
En los últimos años hubo un fuerte incremento en la modalidad de trabajo freelance. Este fenómeno permitió el abaratamiento de los costos de selección y ha facilitado el modo en que la personas encuentran lo que necesitan. Hay proyectos de distinto tipo que podrían permitirte generar ingresos extra dedicando solo unas horas diarias por fuera de la jornada de trabajo regular.
Aumenta las ventas y expande tu negocio
Quizás el nivel de ventas de tu negocio haya bajado sustancialmente en los últimos años o no haya tenido el resultado que esperabas. Sin embargo, no es aconsejable depender de que la economía mejore o de que el gobierno de turno nos ayude. Puedes diferenciarte de la competencia, buscar una ventaja competitiva en tu producto, sumar valor agregado, ofrecer promociones y facilidades de pago, hacer conocer tu producto en nichos de mercado que aún no habías explorado. Todo eso puede funcionar. No te conformes con el nivel de ventas actual, ¡es el momento de hacer crecer tu negocio con esfuerzo y dedicación!
Aprovecha las herramientas digitales
El mundo está inmerso en la era del marketing digital y tus clientes se encuentran a tu alcance en las redes sociales. Solo hay que saber cómo encontrarlos. Las principales plataformas sociales ofrecen la posibilidad de hacer publicidades y anuncios con una llegada masiva al público que deseas atraer, indicando datos específicos como rangos de edad, niveles socioeconómicos, perfiles profesionales, intereses, ubicación específica y todo lo que pueda imaginarse. Utilizar formas atractivas para comunicar las bondades de tu producto y los beneficios que obtendrá el cliente al adquirirlo es una sabia estrategia.
Disminuye los gastos innecesarios
Luego de haber desmenuzado el presupuesto diario, te darás cuenta de que un porcentaje de los gastos forma parte de compras realmente innecesarias. Es lógico que uno quiera darse ciertos lujos después de trabajar tanto, pero la prioridad es mantener una política de ahorro. Realiza una lista de prioridades, detallando los gastos de primera necesidad en primer lugar para luego presupuestar, de acuerdo a tus ingresos, aquellas compras de menor importancia, para ir haciéndolas poco a poco en el futuro.
No tomes préstamos personales
Bajo ningún punto de vista es recomendable tomar un préstamo personal, aunque sea la forma más rápida (y sencilla) de cubrir un agujero financiero en nuestra vida cotidiana. Debes ser cuidadoso y no abusar de los préstamos personales que hoy pueden salvarte, pero mañana te llevarán a la ruina. Siguiendo esta premisa, abonar el monto mínimo de la tarjeta de crédito trae como consecuencia una excesiva liquidación de intereses en el próximo resumen. Cada vez que retires la tarjeta de crédito de tu bolsillo, identifica los límites que debes respetar, piensa si el gasto es indispensable y no abuses de la compra en cuotas, porque a la larga todo suma.
Eso fue todo por hoy,
Diego Matianich