Qualcomm combina tecnología de punta, márgenes sólidos y una estrategia de diversificación que trasciende el negocio móvil. Con exposición a 5G, automotriz e inteligencia artificial, la compañía ofrece fundamentos robustos que invitan a un análisis pausado y estratégico para quienes buscan valor sostenible en el tiempo.
Muchos de ustedes me consultaron por esta compañía.
La sigo desde hace tiempo y estuve revisando el último reporte trimestral.
Se trata de una de las compañías de semiconductores más importantes a nivel global.
Aun así, y antes de hablarles específicamente de ella, quiero dejar en claro algo.
La industria de semiconductores es muy amplia.
No todas las compañías vinculadas a los semiconductores cumplen el mismo rol en la compleja cadena de valor de esta industria.
Para explicarlo de una manera muy sencilla, les diría que existen tres grandes grupos.

El primer grupo es el de las compañías fabless.
Son las que se dedican exclusivamente al diseño de chips pero no los fabrican.
Estas empresas crean arquitecturas y diseños avanzados para distintos usos, y luego contratan a fundiciones externas para producirlos.
Es aquí donde podemos ubicar a Qualcomm, y también a AMD, Broadcom o NVIDIA.
El segundo grupo pertenece a las foundries,
Son las empresas que se encargan de fabricar físicamente los chips diseñados por las anteriores.
La más importante a nivel mundial es TSM, que utiliza tecnología de última generación para producir chips avanzados para clientes como Apple, Nvidia, AMD y la propia Qualcomm.
También están Intel y Samsung.
Estas dos siguen fabricando pero perdieron cuota de mercado y están muy lejos de la tecnología que utiliza TSM.
El tercer grupo es el de los proveedores de equipamiento.
Estas empresas desarrollan las máquinas y herramientas necesarias para la fabricación de semiconductores.
En este segmento tenemos a ASML, que tiene el monopolio de la tecnología de litografía EUV, el principal proveedor de TSM.
También se encuentra Applied Materials, que ofrece herramientas y soluciones pero no cuenta con la tecnología de ASML (alguna vez les dije que ASML le lleva alrededor de 10 años de ventaja en cuanto a desarrollo tecnológico.
Esto no quiere decir que Applied Materials sea una mala compañía, solo que no es la mejor.
De este grupo se desprende un subgrupo, que es el relacionado a las actividades de inspección y metrología de semiconductores.
Estas empresas tienen un rol más específico, pero no menos importante.
La empresa más importante es Kla Corporation, aunque una empresa que sigo mucho es la israelí Camtek.
Si bien es una empresa mucho más pequeña, le ha quitado una parte de la cuota de mercado en los últimos años y crece a buen ritmo.
Básicamente, así está compuesta la cadena de valor en esta industria (lo simplifico en solo tres grupos para que sea fácil de entender).
¿Por qué quiero aclararlo?
Por lo general, cometemos el error de comparar compañías de semiconductores cuando no debiéramos hacerlo.
Son modelos de negocio completamente distintos.
Por ejemplo, las fabless se enfocan en el diseño.
Eso les permite construir una ventaja competitiva de intangibles, monetizando la propiedad intelectual del producto.
Claramente, el foco del negocio es que puedan innovar permanentemente.
Además, como no fabrican, tienen bajos requerimientos de capital y generan mucha caja.
Las foundries, por el contrario, son compañías con altos costos fijos.
El apalancamiento operativo es tan alto que las hace increíblemente rentables en ciclos de expansión económica.
Necesitan escala para crecer y absorber sus costos fijos.
Cuando la economía se resiente, pueden incluso generar pérdidas.
Es la otra cara de la moneda de las empresas con alto apalancamiento operativo.
Las compañías que proporcionan equipamiento, también son negocios intensivos en capital.
Sin embargo, se concentran en desarrollar una tecnología única y beneficiarse de las patentes.
Por este motivo, debemos tener cuidado al comparar una con otra.
Si bien están en la misma cadena, cumplen roles distintos y son negocios que funcionan de manera diferente.
Dicho esto, hablemos de Qualcomm.
Como ya mencioné antes, pertenece al primer grupo: las fabless.
A diferencia de otras compañías del sector, Qualcomm se enfoca principalmente en el desarrollo de semiconductores para comunicaciones móviles.
Su modelo de negocio combina el diseño y la comercialización de productos especializados con una unidad de licencias que se apoya en un sólido portafolio de propiedad intelectual en telecomunicaciones.
La empresa divide su actividad en dos grandes áreas: QCT, enfocada en la venta de chips y soluciones de hardware, y QTL, que se dedica a licenciar tecnologías esenciales de conectividad.
QCT representa cerca del 80 % de los ingresos y abarca chips para smartphones, automóviles y dispositivos IoT.
QTL aporta el 20 % restante y es una unidad muy rentable.
No requiere grandes inversiones y escala con facilidad gracias a acuerdos con fabricantes, incluso aquellos que no utilizan chips de Qualcomm.
La empresa tiene una posición dominante en el negocio de licencias, con patentes clave en tecnologías 3G, 4G y 5G.
Esto le permite cobrar regalías por cada dispositivo que use estas redes, generando ingresos estables y márgenes brutos por encima del 70 %.

Fuente: Qualcomm
Aunque este modelo ha estado en el centro de conflictos legales y regulatorios, Qualcomm logró sostenerlo gracias a decisiones favorables.
Un aspecto central para entender su negocio es la relación con Apple.
Actualmente, Qualcomm le provee los módems 5G para los iPhones, luego de que Apple fracasara en su intento por desarrollar una solución propia.
Ambas compañías renovaron recientemente su acuerdo hasta 2026, lo que consolida a Apple como un cliente clave, representando alrededor del 15 % de los ingresos totales.

Sin embargo, este vínculo sigue siendo un riesgo.
Si Apple logra avanzar con un módem interno, podría dejar de depender de Qualcomm en los próximos años.
Más allá de esto, Qualcomm mantiene ventajas competitivas difíciles de igualar.
Básicamente, su propiedad intelectual, el liderazgo en procesadores móviles y su capacidad para integrar soluciones en múltiples sectores.
El ecosistema Snapdragon es adoptado por buena parte de los fabricantes de Android, y su combinación de CPU, GPU, conectividad y procesamiento de inteligencia artificial genera fuertes barreras de entrada.
Además, Qualcomm está ampliando su presencia en sectores de alto crecimiento como el automotor, donde ofrece plataformas avanzadas, y el IoT, con soluciones para hogares, industrias y dispositivos inteligentes.
Sus perspectivas de crecimiento están estrechamente ligadas a la expansión del 5G, la mayor demanda de vehículos conectados, el desarrollo del edge computing y la proliferación de dispositivos inteligentes.
También busca avanzar en el mercado de PCs con chips basados en arquitectura ARM para competir contra Apple Silicon.
A pesar de estas oportunidades, enfrenta desafíos importantes.
La posible pérdida de Apple como cliente, la competencia creciente de firmas como MediaTek y Samsung, la ciclicidad en smartphones y las presiones regulatorias sobre el uso de patentes siguen siendo riesgos latentes.
En términos generales, Qualcomm cuenta con un modelo sólido y rentable, con ingresos diversificados y ventajas competitivas claras.
Su reto es continuar diversificándose más allá del negocio móvil tradicional y manejar adecuadamente la exposición a clientes clave y el entorno regulatorio.
En el tercer trimestre fiscal de 2025, Qualcomm mostró una recuperación clara en sus principales líneas de negocio.

Fuente: Qualcomm
Los ingresos fueron de 10.365 millones de dólares, un 10 % más que el año anterior, impulsados principalmente por el buen desempeño del segmento QCT.
La utilidad neta alcanzó los 2.666 millones, un aumento del 25 %, reflejando una mejora operativa, un mix de productos más rentable y una tasa impositiva efectiva baja.
El resultado operativo fue de 2.762 millones frente a los 2.221 millones del mismo trimestre del año previo, con márgenes estables gracias a un buen equilibrio entre volumen y costos.
Dentro de los segmentos, QCT generó ingresos por 8.993 millones, con un crecimiento del 11 % y resultados positivos tanto en teléfonos como en automotriz e IoT.

Fuente: Qualcomm
El beneficio operativo fue de 2.671 millones, con un margen del 30 %, tres puntos más que un año atrás. QTL, la unidad de licencias, aportó 1.318 millones con un margen operativo del 71 %, manteniendo su alta rentabilidad estructural.
Este resultado se explica por el apalancamiento operativo y nuevos acuerdos con fabricantes chinos.
Sin embargo, el peso de esta unidad dentro del total disminuyó levemente, lo que provocó una ligera caída en el margen bruto consolidado, del 56 % al 55 %.
La empresa mantuvo una política activa de asignación de capital.
Durante el trimestre recompró acciones por 6.347 millones de dólares y pagó dividendos por 2.848 millones.

Fuente: Qualcomm
Además, aumentó el dividendo trimestral a 0,89 dólares por acción.
El CapEx se mantuvo estable en 785 millones y se concretaron siete adquisiciones estratégicas en los segmentos de IoT y automotriz por un total de 668 millones.

Fuente: Qualcomm
La caja total fue de 12.334 millones, frente a los 13.300 millones del año anterior.
La baja se debió principalmente al uso de fondos para recompras, dividendos y adquisiciones.
Parte del efectivo está reservado para pagar la compra de Alphawave, una operación de 2.400 millones con foco en centros de datos y conectividad de alto rendimiento.
La deuda total subió levemente a 14.788 millones, tras una emisión de bonos por 1.500 millones para refinanciar vencimientos.

Fuente: Qualcomm
Desde lo fiscal, Qualcomm se sigue beneficiando de la deducción por ingresos intangibles del exterior, con una tasa impositiva efectiva del 10 %.
En términos operativos, mantiene una disciplina firme en el gasto. Invierte cerca del 21 % de sus ventas en I+D, reforzando su liderazgo en 5G, IA en el edge y soluciones para el sector automotor.
Un dato relevante es la concentración de ingresos: los tres principales clientes aportan el 21 %, 18 % y 13 % de la facturación, lo que sigue siendo un punto a vigilar.
En conjunto, Qualcomm entregó un trimestre sólido, con buena ejecución operativa, márgenes estables y avances en sus áreas estratégicas.
Esto la posiciona bien para sostener el crecimiento en un contexto de transformación dentro de la industria.
En los últimos diez años, Qualcomm generó un rendimiento promedio anual del 8,7 %.
En mi opinión, es una compañía más defensiva que de crecimiento, muy similar a Apple.
Aunque puede reinvertir y realizar adquisiciones estratégicas, su potencial de crecimiento es más limitado.
Lo atractivo para el accionista es su política de asignación de capital.
Qualcomm destina entre el 60 % y 70 % del flujo operativo a dividendos y recompras.

Fuente: TIKR
Este es su principal mecanismo de creación de valor.
Por eso, no corresponde compararla con compañías como NVIDIA o TSM, que reinvierten agresivamente para crecer.
En estos casos, los dividendos son insignificantes porque priorizan el crecimiento, y los múltiplos de valuación deben ser más altos.
Dicho esto, pasemos a la valoración.
El hecho de que Qualcomm cotice a 12 veces las ganancias proyectadas no significa demasiado.

Fuente: TIKR
No se puede comparar ese múltiplo con el de otras empresas del sector sin entender que se trata de negocios completamente diferentes.
Para estimar el valor justo de Qualcomm, utilicé un modelo de flujos descontados.
Proyecté tanto el flujo de caja libre para la firma (FCFF) como para los accionistas (FCFE).


Partí de un EBIT de 12.201 millones de dólares y apliqué una tasa de crecimiento del 7 % para los próximos cinco años, que luego baja al 5 % en la etapa terminal.
Estas tasas reflejan la recuperación del negocio y las oportunidades en IoT, autos e inteligencia artificial.
Para el costo de capital, tomé un cost of equity del 11,29 %, con una tasa libre de riesgo del 4,37 %, beta de 1,06 y prima de riesgo del 5,63 %.
El costo de la deuda antes de impuestos es del 4,40 %.
El WACC resultante fue de 11,09 %, considerando una baja proporción de deuda neta.
El valor terminal, estimado con un crecimiento perpetuo del 5 % sobre el flujo de 2030, fue de 194.613 millones.
Al descontarlo, da un valor presente de 121.830 millones.
Sumando los flujos, el Enterprise Value es de 151.833 millones.
Restando la deuda neta, el valor del equity es de 147.401 millones.
Validé esta estimación con el método de FCFE, que arrojó un valor terminal de 117.420 millones.
Los múltiplos implícitos fueron razonables para una empresa madura: 12x EV/EBIT, 17x P/E y 16x EV/FCF.
Dividiendo el equity por las acciones en circulación, el valor justo es de 136,67 dólares por acción.
Al compararlo con el precio actual de 147,32, Qualcomm cotiza con una prima del 8 %.
Es posible que el mercado esté anticipando un crecimiento mayor o márgenes más sostenibles que los que asumí.
En cualquier caso, tomo los 136 dólares como valor justo para una compañía defensiva dentro del sector tecnológico, ideal para reducir exposición a empresas más volátiles del mismo grupo.
Atentamente,
Diego Matianich