ASML reportó un trimestre con crecimientos notables en ingresos, margen y beneficio neto. Sin embargo, la cautela en sus proyecciones para el resto de 2025 y comentarios conservadores de su CEO generaron una fuerte caída en la acción. El mercado reacciona con ansiedad ante cualquier señal de desaceleración.
Durante el segundo trimestre de 2025, ASML presentó un sólido desempeño financiero, reflejando un crecimiento significativo tanto en ingresos como en rentabilidad en comparación con el mismo período del año anterior.
Los ingresos netos totales alcanzaron los 7.691,7 millones de euros en el trimestre, lo que representa un incremento del 23% frente a los 6.242,8 millones registrados en el segundo trimestre de 2024.
Este crecimiento fue impulsado principalmente por un aumento en las ventas de sistemas, que subieron de 4.760,9 millones a 5.596,1 millones de euros, y en las ventas de servicios y opciones de campo, que aumentaron de 1.481,9 millones a 2.095,6 millones de euros.
La rentabilidad también mostró una mejora importante.
El margen bruto aumentó del 51,5% al 53,7%, mientras que el ingreso operativo creció un 45%, pasando de 1.834,6 millones a 2.664,1 millones de euros.
Como porcentaje de las ventas, el ingreso operativo ascendió al 34,6%, frente al 29,4% del año anterior.
El beneficio neto ascendió a 2.290,3 millones de euros, lo que representa un incremento del 45% interanual.
Este resultado se traduce en un beneficio por acción básico y diluido de 5,90 euros, frente a los 4,01 euros del segundo trimestre de 2024.
En términos acumulados para los primeros seis meses del año, las ventas totales sumaron 15.433,2 millones de euros, un incremento del 34% con respecto al primer semestre de 2024.
El ingreso neto en el semestre fue de 4.645,3 millones, lo que refleja una mejora del 66%.
Asimismo, la compañía mejoró sus márgenes en todos los niveles, incluyendo un aumento en el margen neto del 24,3% al 30,1%.
Desde el punto de vista financiero, se observa una disminución del efectivo y equivalentes de efectivo, que pasó de 12.735,9 millones de euros a finales de 2024 a 7.243,5 millones a finales de junio de 2025.
Esto se explica principalmente por una salida de efectivo significativa en actividades de financiación, que alcanzaron un uso neto de 5.315,2 millones de euros durante el semestre.
Este uso fue impulsado por un agresivo programa de recompra de acciones (4.077,8 millones de euros) y el pago de dividendos (1.311,6 millones de euros).
Las actividades operativas generaron 689,1 millones de euros, una cifra positiva pero menor en comparación con la generación de efectivo observada en periodos anteriores, debido a un fuerte aumento en capital de trabajo.
El balance general muestra una ligera contracción en los activos totales, que se redujeron de 48.589,6 millones a 44.849,1 millones de euros, y una mejora en la solidez financiera, con un aumento en la proporción del patrimonio sobre los activos totales, que pasó del 36,1% al 39,3%.
Los pasivos también disminuyeron, particularmente en las obligaciones por contratos, reflejando posiblemente una ejecución de pedidos pendientes y una menor carga por anticipos de clientes.
ASML continúa mostrando un crecimiento robusto, apalancado en una fuerte demanda de sus sistemas y servicios, así como en una estrategia financiera enfocada en la generación de valor para el accionista.
A pesar de una reducción en la posición de caja, la rentabilidad y solidez patrimonial se mantienen en niveles muy saludables, posicionando a la compañía favorablemente para continuar ejecutando su estrategia en el segundo semestre de 2025.
Las acciones de ASML caen, al momento de escribir este artículo, un 11 % en la Bolsa de Ámsterdam y un 9 % en Nueva York.
¿Por qué ocurre esto?
Lo que generó inquietud entre los inversores fueron las proyecciones de crecimiento y las declaraciones de Christophe Fouquet, CEO de la compañía.
Básicamente, señaló que, si bien esperan un crecimiento sólido en 2026, persisten altos niveles de incertidumbre macroeconómica y geopolítica.
Por este motivo, decidieron adoptar una postura más conservadora respecto a las estimaciones de crecimiento para los últimos dos trimestres del año.
Para el tercer trimestre, proyectan ventas cercanas a los 7.670 millones de euros y un margen bruto del 51 %, por debajo del consenso de los analistas.
Además, ajustaron su previsión de crecimiento anual para 2025 al 15 %, mientras que en el primer trimestre habían proyectado un rango de entre el 6 % y el 23 %.
Como suele suceder, el mercado tiende a descontar el extremo superior del rango, lo que intensificó la decepción.
En mi opinión, la reacción del mercado ha sido exagerada.
El mercado tiene una mirada muy cortoplacista, lo que suele generar reacciones irracionales que no siempre se justifican desde el punto de vista fundamental.
Atentamente,
Diergo Matianich