Cómo armar una cartera defensiva

Cómo armar una cartera defensiva

Hay un proverbio inglés que dice “Hope for the best, prepare for the worst”, ‘espera lo mejor, prepárate para lo peor’. Este proverbio es una máxima para armar una cartera defensiva.

La clave es la diversificación.

La diversificación nos permite aplicar la última parte del proverbio, menos conocida: “…and receive what it comes” (‘y acepta lo que llegue’). Al diversificar nuestra cartera, nos aseguramos de generar ganancias sólidas en contextos favorables (the best) así como de mantener una cuota de previsibilidad ante contextos de fragilidad del mercado (the worst).

Los ciclos del mercado y el contexto actual

Una economía funciona a través de ciclos.

Primero, están los ciclos expansivos, en los cuales las compañías pueden crecer, desarrollarse y con ello generar ganancias.

Se trata de los periodos favoritos de los inversores, que aprovechan saliendo a comprar acciones. Esto impulsa los precios de los activos y la capitalización bursátil de las empresas y es lo que, en la jerga del mercado de capitales, de forma general se conoce como “mercados alcistas”.

Sin embargo, esos ciclos no son eternos.

Siempre llega un punto en el cual el crecimiento se agota, después del que habitualmente se entra en periodos de contracción. Los mercados suelen adelantarse a estos ciclos económicos y sus consecuencias, vendiendo acciones. Por eso, cuando se anticipan ciclos de contracción de la economía, se da origen a los llamados “mercados bajistas”.

Técnicamente, se considera que nos encontramos en un “mercado bajista” cuando un índice bursátil de referencia cae más del 20% de un máximo determinado. Para que te hagas una idea, entre 1900 hasta 2020 se han producido 35 mercados bajistas, lo que sería un promedio de uno cada tres años. Y en más de un tercio de estas ocasiones, el mercado de Estados Unidos se ha desplomado más del 40%.

Sin embargo, en las últimas décadas los mercados bajistas se han presentado con menor frecuencia que en el pasado. El último lo vivimos a fines del primer trimestre del 2020, cuando explotó la pandemia de la COVID-19. El Índice S&P 500, que representa a las 500 acciones más importantes de Estados Unidos, cayó un 32% entre el 10 de febrero de 2020 y el 16 de marzo de 2020.

Se trató de un golpe muy duro para muchos inversores en el mundo entero. Y aunque a largo plazo el mercado siempre se recupera, nunca es posible determinar cuándo habrá una corrección de semejante envergadura. La volatilidad está tomando impulso y no podemos descartar un movimiento similar al de marzo 2020.

Por eso, hay un tipo de acciones que tienen un mejor desempeño que las demás en estas circunstancias, y que nos pueden servir como “seguro”.

Sus negocios son estables y pueden mantener un nivel de ventas mínimo. Por lo tanto, pueden obtener beneficios económicos y distribuir parte de sus ganancias como dividendos , incluso en tiempos de crisis.

Esto se debe a que, si bien en esas situaciones las personas recortan sus consumos secundarios, continúan teniendo necesidades imprescindibles relacionadas con lo que estas empresas ofrecen: energía, protección de la salud, alimentos y productos de higiene, entre otros. Las compañías vinculadas al sector de salud, servicios públicos, cuidado personal y consumo básico son negocios defensivos.

Por ejemplo, veamos el desempeño del ETF de consumo básico (XLP), un fondo que rastrea el comportamiento del Índice Consumer Staples Select Sector, y comparémoslo con el desempeño del Índice S&P500 (SPY), que rastrea el comportamiento de las 500 acciones más importantes de los Estados Unidos.

Las acciones de consumo básico suelen capturar un 67% de la suba del Índice S&P500 en un mercado alcista. Sin embargo, durante los mercados bajistas, las acciones de consumo básico solo son afectados en un 51% de la baja del S&P500.

La clave de este tipo de activos es que son menos volátiles que el promedio de las acciones del mercado. Es posible que estas acciones tengan un mejor desempeño cuando los precios de las acciones en general caigan, y un desempeño modesto pero constante cuando el mercado se recupere.

Por tal motivo, disponer de estas acciones en la cartera nos da mayor seguridad y cobertura, más allá de lo que suceda en la economía. Además, nos proporcionarán ingresos constantes a través de dividendos.

Eso fue todo por hoy,

Por buenas inversiones,

Diego Matianich