Alineación estratégica: accionistas y directivos en sintonía
¡Bienvenido a este emocionante domingo!
Hoy vamos a explorar la importancia de elegir compañías cuyos directivos estén alineados con los intereses de los accionistas.
Como afirmó Warren Buffett, el mejor inversor de todos los tiempos: “Al invertir, buscamos socios en los negocios, no gerentes”.
Imaginemos que estamos subiendo a bordo de un barco.
Como inversores, somos los accionistas y los directivos son los capitanes que dirigen el barco.
Nuestro objetivo es asegurarnos de que los capitanes estén enfocados en llevarnos a un puerto seguro y rentable.
Cuando los directivos están alineados con nuestros intereses, tienen un incentivo real para tomar decisiones que beneficien a los accionistas a largo plazo.
Esto se traduce en un mayor compromiso para lograr un crecimiento sostenible y maximizar el valor de la empresa.
Por otro lado, si los directivos no están alineados con los intereses de los accionistas, podríamos encontrarnos en un barco a la deriva.
Estos capitanes pueden estar más preocupados por sus propios beneficios a corto plazo, sin considerar las consecuencias para los accionistas.
Por lo tanto, podríamos estar ante una mala gestión, decisiones arriesgadas o incluso conductas fraudulentas.
Es esencial investigar y evaluar a los directivos de una empresa antes de invertir en ella.
Analizar su historial, su gestión pasada y su reputación nos ayudará a determinar si están alineados con los intereses de los accionistas.
Piensa en los directivos como los motores de un automóvil.
Si los motores están funcionando correctamente y en armonía con el conductor (los accionistas), el viaje será suave y exitoso.
Pero si los motores están defectuosos o no están alineados con el conductor, el viaje puede ser accidentado y lleno de obstáculos.
Por este motivo, deberías considerar lo que sucede con la empresa Veeva Systems, Inc. (VEEV).
A pesar de su gran potencial de crecimiento, observamos una falta de enfoque en los accionistas por parte de la dirección de la compañía.
Actualmente, destinan una proporción considerable de su efectivo para compensar a empleados y directivos, representando casi el 70% de su beneficio neto y el 40% del efectivo generado.
Adicionalmente, la empresa opta por invertir su excedente de efectivo en inversiones a corto plazo en lugar de recompensar a los accionistas.
Esta falta de consideración hacia los accionistas es una razón suficiente como para no ser socio de esta compañía.
Concentrarse en elegir compañías cuyos directivos estén alineados con los intereses de los accionistas es fundamental para el éxito de nuestras inversiones.
Diego Matianich