El PEG a lo Peter Lynch
Nunca olvides la importancia de entender el valor intrínseco de una compañía.
Es clave para evaluar si el negocio en el que consideras invertir está caro o barato en un momento dado.
Existen varios métodos para valorar una compañía, algunos más simples y otros más complejos, cada uno con sus pros y contras.
No hay una fórmula mágica; lo ideal es conocer diversas metodologías, compararlas y seleccionar las que mejor se ajusten a tu estilo de trabajo
Este proceso demanda conocimiento, experiencia, esfuerzo y dedicación; los atajos pueden resultar costosos.
Dicho esto, centrémonos en un concepto que evalúa el valor de una empresa en relación con su tasa de crecimiento de ganancias.
Esta métrica es el PEG (Price/Earnings to Growth).
Es una medida que fusiona el múltiplo Precio/Ganancias (Price to Earnings o P/E) con la tasa de crecimiento de las ganancias por acción (Earnings Per Share o EPS).
La fórmula del PEG es la siguiente:
El P/E Ratio es la relación del precio con las ganancias.
Compara el precio actual de una acción con sus ganancias por acción.
Se calcula como el precio de mercado por acción dividido por las ganancias por acción.
La tasa de crecimiento de ganancias por acción (Earnings Growth Rate) es el porcentaje de aumento o disminución en las ganancias por acción de la empresa en un período de tiempo específico.
El PEG se utiliza para evaluar si una acción está sobrevalorada o infravalorada en relación con su tasa de crecimiento.
Un PEG inferior a 1 suele indicar que la acción puede estar infravalorada, ya que el mercado no está reflejando el potencial de crecimiento futuro.
Un PEG superior a 1 podría sugerir que la acción está sobrevalorada en relación con su tasa de crecimiento.
Vamos a considerar un ejemplo hipotético para calcular el PEG de una acción.
Supongamos que una empresa tiene un P/E de 20 y una tasa de crecimiento de las ganancias por acción del 10%.
Haciendo cuentas simples, dividimos 20 sobre 10 y llegamos a un PEG de 2.
Esto significa que el mercado está valorando la acción con un múltiplo de PER que es dos veces mayor que su tasa de crecimiento de las ganancias por acción.
En términos generales, un PEG de 2 podría sugerir que la acción está sobrevalorada en relación con su tasa de crecimiento, ya que el PEG ideal debería ser menor a 1 para indicar una posible infravaloración.
Supongamos que otra empresa tiene un P/E de 15 y una tasa de crecimiento de las ganancias por acción del 15%.
Al dividir 15 sobre 15 llegamos a un PEG de 1
Podríamos interpretar que esta compañía está cotizando en su valor justo.
Ahora, si esta misma compañía mantuviera el ritmo de crecimiento de beneficios del 15% y cotizara a PER 12, estaríamos ante una oportunidad.
Si hacemos 12 dividido 15, el PEG es de 0,8.
La compañía estaría infravalorada.
Y, visto desde otro ángulo, contaría con un margen de seguridad del 20%.
Recuerda que este es solo un ejemplo simplificado para entender la metodología.
Cuando hacemos un análisis real, debemos considerar una variedad de factores, como la calidad de la gestión, la competencia en el sector, condiciones económicas, entre otros.
El PEG es una herramienta útil, pero no debe ser la única consideración al tomar decisiones de inversión.
De hecho, como cualquier indicador, tiene sus limitaciones y desventajas.
El PEG tiene los suyos.
Por ejemplo, el PEG depende de las proyecciones de crecimiento de las ganancias por acción.
Estas proyecciones pueden ser inciertas y basarse en suposiciones que podrían no cumplirse.
Pequeños cambios en las estimaciones de crecimiento pueden tener un impacto significativo en el PEG.
Además, el PEG se centra en datos financieros, pero puede pasar por alto factores no financieros importantes que podrían afectar el desempeño de una empresa, como cambios en la industria o eventos económicos.
Si profundizamos aún más, el PEG tampoco considera los dividendos en la rentabilidad total de la inversión.
En compañías maduras, donde su principal fuente de generación de valor es la distribución de dividendos en efectivo a sus accionistas, el PEG no tendría ningún sentido.
Tampoco el PEG ajusta el riesgo de la inversión.
Y no hablamos solo de volatilidad.
Dos empresas con el mismo PEG podrían tener diferentes niveles de riesgo, porque una tiene ingresos predecibles y la otra no, o una tiene poder de fijación de precios y la otra no.
Entonces, está claro que el PEG no sirve para valorar cualquier compañía.
El PEG es más relevante para acciones de crecimiento, y su utilidad puede ser limitada para empresas maduras o con características financieras particulares.
Más allá de sus desventajas, el PEG puede ser una herramienta valiosa cuando se utiliza con precaución y en conjunto con otros indicadores y análisis.
Lo importante siempre será conocer y entender cómo genera dinero el negocio en el que vamos a invertir.
Eso nos permitirá saber qué metodología de valoración será la apropiada para calcular el valor intrínseco y determinar si existe o no una oportunidad.
Antes de despedirme, te dejo el link a una calculadora online que te permitirá calcular el PEG de forma simple y rápida.
Puedes ingresar haciendo clic aquí.
Tan solo debes definir dos variables: el PER y el crecimiento de los beneficios por acción.
Luego, presionar en “Calcular”:
El resultado, será el PEG.
¡Por buenas inversiones!
Diego Matianich