La magia de los múltiplos de valoración
La valoración de una empresa es un arte complejo y dinámico que implica considerar múltiples factores.
Entre las herramientas más utilizadas se encuentran los múltiplos de valoración, que proporcionan una visión rápida y efectiva del precio relativo de una acción.
La realidad es que elegir los múltiplos adecuados es clave, ya que cada industria, tipo de empresa y contexto presenta desafíos y oportunidades únicas.
En esta edición vamos a sumergiremos en algunos de los múltiplos más importantes y ahondaremos en la discusión sobre cuándo y por qué desplegarlos.
Con el foco en las ganancias
Múltiplo N°1: Precio sobre ganancias o Price to Earnings (P/E)
El P/E es un múltiplo clásico que compara el precio de una acción con sus ganancias por acción.
Es muy utilizado para empresas maduras con ingresos estables.
Sin embargo, debe aplicarse con precaución en sectores volátiles o empresas en etapas de crecimiento agresivo, ya que puede subestimar el potencial a largo plazo al no reflejar inversiones significativas para el futuro.
Más allá de las deudas
Múltiplo N°2: Valor empresarial sobre EBITDA o EV/EBITDA
El EV/EBITDA es útil para empresas con estructuras de capital complejas o sectores donde la depreciación y amortización pueden distorsionar los resultados.
Es valioso en la evaluación de fusiones y adquisiciones, ya que proporciona una imagen más completa del valor de una empresa al considerar su deuda.
Luces (o sombras) en el futuro
Múltiplo N°3: Precio sobre ventas o P/Sales (P/S)
El múltiplo P/S es ideal para startups y empresas en crecimiento.
Como explicamos el martes con el ejemplo de Palo Alto Networks (PANW), es útil cuando las ganancias pueden ser volátiles o nulas.
Es relevante en la tecnología y la biotecnología, donde las empresas pueden estar enfocadas en la expansión y la innovación en lugar de obtener beneficios inmediatos.
Hacia un rendimiento estable
Múltiplo N°4: Rendimiento de dividendos o Dividend Yield
El Dividend Yield nos proporciona una idea del rendimiento de una inversión estable.
Para los inversores que buscan ingresos estables, el rendimiento por dividendo es clave.
Empresas maduras y estables con una historia consistente de pago de dividendos pueden encontrar en este múltiplo una métrica valiosa.
No obstante, es menos relevante para empresas de crecimiento que reinvierten beneficios para expandirse.
Con el foco en el valor de los activos
Múltiplo N°5: Precio sobre valor contable o Price to Book (P/B)
Este múltiplo es ideal para valorar compañías con grandes intangibles.
El P/B compara el precio de mercado con el valor contable de los activos de una empresa.
Es útil en sectores como la banca o la manufactura, donde los activos tangibles desempeñan un papel importante en la generación de ingresos.
Sin embargo, puede subestimar el valor de las empresas basadas en la innovación y la propiedad intelectual.
La medida más pura del beneficio
Múltiplo N°6: Valor Empresarial sobre el flujo de efectivo libre o EV/FCF
Este múltiplo es uno de nuestros favoritos, ya que tiene un enfoque en la solidez financiera de la empresa.
El FCF (flujo de caja libre) y el EV/FCF son fundamentales para evaluar la salud financiera a largo plazo.
Son útiles en empresas intensivas en capital y en sectores cíclicos.
Un bajo EV/FCF puede indicar una buena oportunidad de inversión, pero también puede ser un indicador de problemas operativos o inversiones insuficientes.
Como conclusión, la elección de múltiplos de valoración debe adaptarse a la naturaleza única de cada empresa y sector.
La combinación de múltiplos, en lugar de depender exclusivamente de uno, proporciona una visión más completa y equilibrada.
La clave radica en comprender la historia y el contexto de la empresa, y en elegir los múltiplos que mejor capturan su verdadero valor.
¡Por buenas inversiones!
Diego Matianich