Desnudamos el balance: elimina las distorsiones financieras

Un aspecto esencial que todo inversor debe considerar a la hora de evaluar adecuadamente el desempeño del negocio de una compañía, es comprender las partidas recurrentes y no recurrentes en el estado financiero.

Cuando analizamos el balance de una empresa, nos encontramos con diversos elementos que pueden afectar sus resultados financieros.

Las partidas recurrentes son aquellas que ocurren con regularidad y se esperan en el curso normal de las operaciones de la empresa, como las ventas de productos o servicios.

Por otro lado, las partidas no recurrentes son eventos o transacciones poco comunes y excepcionales, como ingresos extraordinarios, gastos únicos o ganancias o pérdidas por ventas de activos.

La importancia de “normalizar” los resultados radica en obtener una imagen más precisa y realista del desempeño subyacente de la empresa, ya que las partidas no recurrentes pueden distorsionar los resultados en un periodo específico.

Para hacer esto, debemos eliminar estas partidas no recurrentes del análisis y centrarnos en las cifras que reflejan la salud general de la empresa a largo plazo.

Vamos a ponerlo en términos más sencillos.

Imaginemos que un corredor está entrenando para una carrera de resistencia.

Su objetivo es medir su progreso diario y determinar si está mejorando.

Sin embargo, un día, una fuerte ráfaga de viento lo impulsa durante una parte de la carrera, lo que resulta en una velocidad bastante más alta para ese día en particular.

Si solo se enfocara en esa carrera, podría pensar que ha mejorado significativamente, pero estaría ignorando el impacto excepcional de esa ráfaga de viento poco habitual.

En cambio, para medir su progreso real, debe “normalizar” los resultados, eliminando el efecto del viento y comparando su velocidad promedio en los días sin condiciones inusuales.

Volviendo al análisis financiero, un inversor inteligente debe “normalizar” los resultados financieros de una empresa para evaluar su rendimiento real a lo largo del tiempo.

Un ejemplo común es el ajuste de las ganancias o pérdidas no recurrentes en el estado de resultados.

Si una empresa tuvo una pérdida excepcional, ese monto debería eliminarse para tener una visión más precisa del desempeño operativo habitual de la compañía.

El caso de Merck & Co., Inc. (MRK) puede ayudarnos a profundizar un poco más sobre el tema.

Durante el segundo trimestre del ejercicio fiscal 2023, la compañía debió contabilizar un gasto no recurrente: los gastos asociados con la adquisición de una empresa biofarmacéutica.

Como consecuencia, Merck informó una pérdida neta de 5.975 millones de dólares.

Fuente: Merck

Cuando desnudamos el balance, podemos entenderlo mejor.

Los gastos de investigación y desarrollo (I+D) de la compañía fueron de 13.300 millones de dólares en este período, cuando lo habitual es que estos gastos no superen los 3.000 millones.

De hecho, Merck no suele destinar más del 20% de su facturación a gastos de I+D.

En el mismo trimestre del año anterior, por ejemplo, los gastos de I + D fueron de 2.800 millones (el 18,5% de sus ingresos totales).

Fuente: TIKR

Lo que sucedió en este trimestre fue que la compañía contabilizó un gasto de 10.200 millones de dólares por la adquisición.

El aumento restante fue impulsado por mayores costos de compensación y beneficios, lo que refleja en parte un mayor número de empleados, mayores inversiones en investigación, el desarrollo temprano de fármacos y mayores gastos de desarrollo clínico.

En este caso, una forma de “normalizar” los resultados de Merck es asumiendo gastos de I+D del 20% de su facturación, que es lo habitual si no fuera por la reciente adquisición.

Como verás, el resultado es muy distinto, porque la compañía habría generado beneficios de 5.576 millones en el período.

Fuente: elaboración propia según estados financieros

Entonces, al analizar los estados financieros de las compañías, es fundamental comprender las partidas recurrentes y no recurrentes en sus balances.

Al “normalizar” los resultados y eliminar las partidas no recurrentes, podemos obtener una imagen más clara y realista del desempeño del negocio, permitiéndonos tomar mejores decisiones a largo plazo.

Ten en cuenta este consejo y verás que las decisiones que tomas para tus inversiones serán cada vez más acertadas.

Diego Matianich