No aprender de los errores cuesta muy caro

Hay una frase que describe muy bien lo que sucede en la actualidad: “El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”.

En 2021 los bancos centrales subestimaron a la inflación, ignorando los errores cometidos en la década de los setenta.

Hoy, la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) intenta decirnos que la economía sigue pujante y que la probabilidad de recesión es mínima. La Fed espera una expansión del producto interno bruto del 1,7% en 2022, 1,7% en 2023 y 1,9% en 2024.

Suena bastante ilógico cuando al mismo tiempo pretende elevar las tasas de interés desde el 1,9% en marzo al 3,4% actual. Esas proyecciones de crecimiento son difíciles de cumplir, aun entendiendo que las consecuencias de una política monetaria contractiva pueden tardar entre 6 y 12 meses en tener efecto.

Proyecciones de la Reserva Federal de los Estados Unidos

Fuente: Reserva Federal de los Estados Unidos

Jerome Powell, el presidente de la Fed, ya comenzó a cambiar su discurso, diciendo que la agresividad con la cual pretenden subir los tipos de interés podría incrementar el desempleo y llevar a la economía estadounidense a una recesión.

Mira más allá de las palabras, analiza las variables económicas por ti mismo y saca tus propias conclusiones.

Esto puede apenas estar comenzando

Por lo general, las personas suelen aceptar que hay una recesión cuando ya es demasiado tarde y está afectando al bolsillo. Como inversores informados y analíticos, debemos ser capaces de anticiparnos a este escenario observando e interpretando las señales de los indicadores adelantados.

Hoy, por ejemplo, la compañía S & P Global dio a conocer el índice compuesto de gestores de compras (Composite Purchasing Managers Index o PMI) de la eurozona y de Estados Unidos. Es un índice que muestra cómo varían las condiciones de trabajo de las empresas privadas en los sectores de la manufactura y los servicios.

Se trata de un indicador adelantado porque los gerentes de compras pueden monitorear los cambios en las condiciones del mercado antes que los demás empleados de la empresa. Por lo tanto, si los gerentes de compras están teniendo problemas, hay algo que no está funcionando bien.

Tanto en la eurozona como en Estados Unidos, en junio se ve cómo la fuerte caída de la demanda está desacelerando la economía. Los fabricantes de Estados Unidos, por ejemplo, en los últimos 15 años solo vieron una mayor caída en la producción durante la pandemia de 2020 y la crisis financiera de 2008.

En la eurozona tampoco luce bien. La desaceleración de la economía alcanza un mínimo de 16 meses, con el problema adicional de que la inercia de los precios continúa al alza. Si bien este indicador sólo advierte recesión cuando se sitúa por debajo de los 50 puntos, ya hay señales concretas para prestar atención.

PMI - S&P Global

Fuente: S&P Global

¿Cuánto de esto está descontado en el mercado?

Por lo general, dicen que los movimientos del mercado lo descuentan todo. Es decir, que un activo contempla en su precio, toda la información disponible hasta el momento. Sin embargo, es posible que los inversores todavía no estén contemplando las consecuencias que podría tener la recesión en los balances corporativos.

Un estudio de Bank of América compara la corrección actual del índice S & P500 con su comportamiento durante dos momentos claves en la historia estadounidense: 1974 y 1982. Del mismo modo que en la actualidad, en esos años hubo fuertes recesiones provocadas por políticas monetarias contractivas para contener la inflación.

S&P500 Index - 2022,1982,1974

Fuente: BofA

Si la caída actual siguiera los pasos del año 1982, quizás hayamos visto el fondo y podríamos estar ante las puertas de una fuerte recuperación en los próximos meses. Si la caída actual se asemeja más a 1974, todavía quedaría mucho camino a la baja por recorrer. Aquí hay dos cuestiones que marcarán el camino hacia un escenario u otro: el primero, la profundidad de la recesión. El segundo, el nivel de agresividad de los bancos centrales.

Sea cual sea el destino, no descartes ningún escenario y toma medidas en consecuencia. La diversificación y una buena parte de efectivo en tu cuenta pueden ayudarte a gestionar el riesgo.

No dejes que te confundan

En el punto anterior analizamos cuánto podría haber descontado el mercado del difícil escenario económico que prevemos hacia adelante. Si bien existe una remota posibilidad de que la recesión no llegue, muchos analistas están contemplando que los beneficios futuros del S & P500 seguirán creciendo.

Aquí hay un ejemplo bastante interesante. Mientras James Gorman, el director general de Morgan Stanley, estima una probabilidad de recesión del 50% en Estados Unidos, los analistas de la propia entidad pronostican un incremento de los beneficios por acción del índice S & P500 para 2022 y 2023.

S&P500 Earnings Estimates

Fuente: Refinitiv en base a Morgan Stanley

Descartemos por un minuto la posibilidad de que haya una recesión, que sería el escenario más pesimista, aunque también el más probable. La propia Reserva Federal de los Estados Unidos viene recortando sus proyecciones de crecimiento reunión tras reunión. En el mejor de los casos, la economía crece a cero por ciento.

Hay estudios que demuestran una fuerte correlación entre el crecimiento de la economía y los beneficios del índice S & P500. Entonces, ¿Cómo pueden incrementarse los beneficios entonces cuando la economía se ralentiza? Insistimos, realiza tus propios análisis antes de tomar decisiones y desconfía de todo.

Puedes elegir tu propia aventura, pero recuerda: al final, gana lo simple.

Diego Matianich